En Oregón, los pikas son residentes célebres del Parque Nacional Crater Lake

Comúnmente conocido como el "conejo de roca", los pikas estadounidenses son pequeños mamíferos que habitan en áreas alpinas y subalpinas rocosas y frías, generalmente en elevaciones de 8,000 a 13,000 pies. Las pikas solo se encuentran en la parte occidental de América del Norte, desde la Columbia Británica, Canadá, hasta Nuevo México, Estados Unidos. En Oregón, los pikas estadounidenses son residentes célebres del Parque Nacional Crater Lake, así como de otras áreas montañosas del centro y este de Oregón.

Las pikas americanas poseen adaptaciones que les permiten existir en lugares tan fríos. El pelaje grueso y marrón de las pikas y sus cuerpos redondos les ayudan a conservar el calor de manera eficiente en las laderas sin árboles y barridas por el viento. Sus patas peludas les proporcionan tracción mientras trepan por la nieve. A pesar de su apodo, "conejo de roca", la apariencia de los pikas difiere significativamente de la de su primo el conejo. Los pikas tienen orejas comparativamente pequeñas y redondeadas, no tienen cola y son mucho más pequeños: con cuerpos de adultos del tamaño de una pelota de tenis y bebés no mucho más grandes que una nuez.

Los pikas hacen sus guaridas en montones de rocas y toboganes. Son territoriales y defienden sus hogares de los depredadores, así como de otros pikas. Los pikas son animales vocales y usarán una llamada aguda o un silbato para advertir a otros del peligro. Cuando no se defienden, los pikas pasan gran parte de su tiempo buscando comida; su dieta se compone de plantas como cardo, juncos, flores silvestres y pastos. Los pikas almacenan parte de su comida para el invierno en montones, denominados "pajares" o "pilas de heno". Si bien las pikas en sí son difíciles de detectar, sus distintivos pajares pueden proporcionar señales de su presencia.

Las pikas son diurnas, activas durante el día y se alimentan durante todo el año. Por lo general, las pikas se aparean alrededor de un mes antes de que se derrita la primera nieve, entre abril y julio. Durante este tiempo, los machos utilizarán su llamada para atraer a las hembras. Las pikas dan a luz de dos a cuatro bebés y los crían durante unas cuatro semanas. En este punto, los bebés dejan a la madre, aunque no alcanzarán el tamaño adulto hasta dentro de dos meses, y la madre puede volver a aparearse. Informacion obtenida del sitio web oregonwild.org